miércoles, mayo 12, 2010

Duraznos en Almíbar

Y hoy todas las sensaciones usualmente exacerbadas parecen cubiertas por acrílico pavonado, por canson transparente o algo así, se siente difuso, mentira, no se siente.

El dulce, antes empalagoso, sabor de esos duraznos se te antoja en estos momentos insípido, ni dulce, ni salado, ni siquiera agrio, sólo durazno amarillo y ni decir que si estuvieras con los ojos cerrados daría igual que comieras ello o un pedazo de hostia.
Tus manos no parecen reales, se mueven por el aire dejando rastro tras ellas, ondas senoidales, arco tangente, tu vida a la menos 1. Y pones como excusa el invierno, el cambio de clima, misma razón que usas todos los años para justificar tu rostro demacrado, tu mirada vacía y tus gestos tristes, porque el sol deja de sonreírte, huye de ti en estas épocas y tú no te esfuerzas por buscarlo, debilitada. Ahora eres sola, sólo tú en este tiempo, no hay más, vuelves a tu inicio, eres solo, sólo tú, tú y tus circunstancias, como dice el arquitecto 2 mañanas a la semana, idénticas una y la otra, idénticas al día anterior y siguiente, a la tarde y la noche, idénticas con cielo no cielo, día no día, y así una y otra vez, eternamente, te das cuenta que no sabes ni porqué sigues levantándote a la misma hora cada día que deja de ser día, pues las horas ya no son horas para ti, el tiempo se mide por entregas, por sensaciones y shots de alegría que iluminan un pedazo del gris infinito que te rodea, y raudamente desaparecen, dejándote sumida nuevamente en el obscuro sopor pálido de lo conocido, pues ya no hay nada por conocer.

-Escrito hace un par de días, antes de entregar  maketa u___u

No hay comentarios.: